Todos hemos escuchado el típico dicho de "la música amansa a las fieras". Se dice así porque la música afecta a la mente y al cuerpo. Conecta con diferentes áreas del cerebro que regulan el humor y el estado de ánimo. Escuchar melodías que elevan el alma es someterse a la musicoterapia. En este tratamiento se utiliza la música para ocasionar una mejora en la salud mental del paciente.
La musicoterapia proporciona al paciente una experiencia sensorial capaz de activar todas las áreas del cerebro al mismo tiempo. Según "Psicología y mente", se han realizado diferentes estudios que demuestran que este tipo de terapia ayuda en casos en los que se necesita hacer rehabilitación.
Fuente: (YouTube/ Fundación INECO).
Se puede utilizar la musicoterapia como opción para manejar ciertos trastornos o contribuir a un mejor nivel de vida para el paciente. No hay una sola forma de llevarla a cabo. La terapia puede ser activa y o receptiva. Es decir, el paciente puede tocar instrumentos, cantar o interpretar lo que escucha.
Fuente: (YouTube/ Música Relajante).
Asimismo, la musicoterapia puede llevarse delante de manera receptiva. Se utiliza música hecha por terceros para nivelar los estados de relajación que se desea lograr. Para complementar este tratamiento se pueden hacer otras terapias relacionadas, tales como la actuación, la pintura, la danza o la escritura.
Fuente: (YouTube/ Soul Vibes).
Por qué debería someterme a la musicoterapia
La música es necesaria para nuestro cerebro. Desde que el ser humano es un bebé, las madres utilizan diferentes melodías para que los pequeños se calmen. Nos entretiene. Ya sea para relajarnos o animarnos, las composiciones aportan sensaciones a nuestro cuerpo y alma.
Nuestro cuerpo reacciona al escuchar música. Incluso en el caso de personas que ya no responden a ciertos estímulos pueden sentir la música. ¿Sabías que la música llega hasta lo más profundo de nuestro ser? Tiene la capacidad de llegar a la amígdala. De esa manera, posee la capacidad de controlar nuestras emociones.