La pandemia por COVID-19 no solo tuvo sus consecuencias a nivel personal, vincular y social, sino que también tuvo implicancias e influencias a nivel artístico y tecnológico.
En este sentido, la arquitectura y el urbanismo se vieron obligados a reinventarse, generando nuevas dinámicas y soluciones “COVID-19 free”
Muchos expertos se encuentran generando proyectos e investigaciones en torno a la posible realización de construcción anti COVID-19, con todo lo que eso implica.
Julio Oropel, arquitecto, interiorista y diseñador, afirmó: “En cuanto a la vivienda habrá cambios pequeños que ya se ven. Ante la nueva necesidad de trabajar en casa, que hizo que, sobre todo en Europa, la gente tratara de escapar de las ciudades”.
Además, Oropel estableció que: “hay grandes novedades, mirando al futuro en cuanto a los materiales. Los nuevos materiales son cada vez más sofisticados, pero se ven cada vez más naturales, como los cueros ecológicos hechos con algas, por ejemplo”.
Según el experto, la nueva tendencia estará signada por propuestas sustentables y amigables con el medio ambiente.
“Lo ecofriendly está de moda, de más está decir. Todo lo que signifique ahorro de consumo eléctrico estará presente”, aseguró.
Para Julio Oropel, la idea post COVID-19 está basada en buscar más naturaleza, mejor calidad de aire y evitar la contaminación. Esto se puede conseguir llevando a cabo construcciones más verdes, que le dan lugar a la vida vegetal y se diseñan desde otra perspectiva.
“Los edificios nuevos están cada vez más planteados con recursos verdes, en donde hay pisos intermedios con huertas, para que sus habitantes puedan cosechar sus propios vegetales”, asegura Oropel.
Por otra parte, Javier Goldenberg, arquitecto socio de Estudio Hermanos Goldenberg, reflexionó sobre la situación pandémica en general.
Y afirma que, históricamente, “las plagas, epidemias, conflagraciones, los avances científicos y tecnológicos influyeron y seguirán influyendo en la arquitectura y el urbanismo”.
Goldenberg utiliza el ejemplo de la capital de Argentina, y se remonta a la historia.
“En Buenos Aires a fines del siglo XIX como consecuencia de la fiebre amarilla, se realizaron obras de saneamiento e infraestructura para evitar la contaminación y fue el comienzo del desarrollo de la ciudad como la vemos hoy”.
Para Goldenberg, un hecho concreto, consecuencia de una epidemia, fue la concesión del ferrocarril: “Resalto el papel del transporte porque es donde creo que se encadenarán los cambios una vez superada esta pandemia y es la razón que no me lleva a pensar en grandes transformaciones”.
Y además, agregó que “compartir colectivos, subtes, trenes, evidenció ser un grave riesgo de contagio, como así también espacios públicos cerrados, tanto en el trabajo como en la vivienda y la recreación”.
En este sentido, los dos profesionales destacados y de vasta trayectoria aseguran que hay un cambio en los paradigmas arquitectónicos y las formas de pensar el diseño.
En cuestiones de urbanismo y arquitectura, el panorama post COVID-19 se divisa más verde, con más consciencia ambiental e impulsado por innumerables investigaciones para lograr una integración armónica entre la naturaleza y las ciudades.