Según los profesionales de la salud, después de la diabetes mellitus tipo 2; los problemas de tiroides son la segunda enfermedad endocrina más común entre las personas.
Pero con un buen tratamiento médico y una alimentación saludable, se puede mejorar su funcionamiento y, por lo tanto, la salud de todo el cuerpo.
Para empezar, es importante saber qué tipo de trastorno se padece. Puede que sea hipertiroidismo o hipotiroidismo.
Cualquiera de los dos requiere de pautas diferentes, así como también de dietas específicas. Pero hay cinco nutrientes que pueden ayudar, y mucho, en el funcionamiento de la tiroides.
¿Qué es la toroides?
La tiroides es como un director de orquestar de nuestro organismo. Define cómo utilizamos las calorías y regula la función de los órganos.
Si está poco activa genera fatiga, sensibilidad al frío, estreñimiento, piel seca, cara hinchada, colesterol, aumento de peso, depresión; entre otros.
El yodo
Es muy importante para la producción de hormonas. Por ello es esencial que nuestra alimentación cuente con alimentos como mariscos, algas marinas, sal yodada y lácteos.
El zinc
Es muy recomendable consumir alimentos con zinc porque este activa las hormonas tiroideas. A este nutriente lo encontramos en ostiones, carnes en general y legumbres como las lentejas, los garbanzos y las habas.
El selenio
Se trata de un micronutrimento que colabora en activar las hormonas tiroideas para que cumplan correctamente con sus funciones. Lo encontramos también en los mariscos y, sobre todo, en nueces. Pero también en el atún, las sardinas y en aves. El cordero y el huevo también son fuente de selenio.
La tirosina
Este es un aminoácido que favorece la producción de las hormonas tiroideas. Lo podemos encontrar en el delicioso queso parmesano. Pero también en la carne roja, los pescados, los lácteos y el huevo.
Los antioxidantes
Esos son muy importantes, porque su tarea es proteger a la glándula tiroides de los radicales libres. Son muy fáciles de encontrar, pues están en todas las verduras y frutas.