La última jirafa blanca del mundo vive en Kenia y los investigadores la vigilan por GPS. Es el último ejemplar y es macho.
El animal quedó solo después de que cazadores furtivos mataran a la hembra y a la cría con quienes formaba una familia.
Este magnífico ejemplar, que se pasea por la sabana de Kenia, es vigilado por un dispositivo de rastreo por GPS para proteger la especie de las armas de los acechadores.
Según informó la reserva Ishaqbini Hirola en un comunicado, la hembra y su cría fueron asesinadas por cazadores en marzo del año pasado. Hecho trágico que dejó al macho solo y como único con estas características en todo el mundo.
La belleza animal
Este mamífero es blanco por un rasgo genético. Su color y tamaño hacen que se destaque entre la árida sabana próxima con Somalia.
El dispositivo colocado está ubicado en uno de sus cuernos. La tarea de este elemento será emitir una alerta cada hora, esto servirá a los guardaparques para conocer la ubicación del animal mientras pasta en las tierras de Kenia.
Este extraño rasgo no lo hace un animal albino, todo lo contrario, se trata de una pigmentación en su pelaje que perdió. Esto es puramente genético y se denomina leucismo.
Además, produce pigmentos oscuros en los tejidos blancos, por lo que sus ojos son oscuros.