En el siglo XIX, el famoso psicoanalista Sigmund Freud introdujo el concepto de alter ego a la cultura popular. Sin embargo, este último sobrevivió a través de los años y se usa para hablar de una persona con dos personalidades, siendo una de ellas completamente diferente a aquella que lleva en la vida diaria.
A pesar de que los alter egos muchas veces no son vistos como algo positivo, los estudiosos afirman que tener uno puede ser una ventaja para mejorar el desempeño personal en el trabajo o en nuestra vida en general.
Tener un alter ego reduce el estrés
Adoptar un alter ego a la hora de llevar a cabo alguna actividad o enfrentar cierto tipo de situación es una buena forma de manejar el estrés, ya que la persona toma una actitud diferente con su alter ego de la que tomaría usualmente.
Un buen ejemplo de esto puede ser Robin Williams, el cómico actor que encandilaba al público con sus chistes e imitaciones, el mismo que cuando llegaba a la casa se aislaba en su mente y ya no era ese hombre gracioso que el mundo conocía.
Robin usaba esta técnica para poder descansar de todo ese proceso creativo que ponía en marcha cada vez el mundo lo observaba, era su manera de recobrar fuerzas.
Qué dicen los estudios
El profesor de la Universidad de Michigan, Ethan Kross, ha investigado el efecto que se genera cuando cambiamos nuestra perspectiva para enfrentar un desafío.
Kross realizó un estudio en niños, dándoles tareas y acertijos para generar estrés. El proyecto reveló que a aquellos que se les pedía actuar como un personaje o superhéroe que admiraran, pudieron realizar con más fluidez las tareas.
"Lo que encontramos en estos estudios es que los niños que adoptan ese alter ego, o en este caso la personalidad de un superhéroe, tienden a desempeñarse mejor en estas tareas", afirmó Ethan. Con lo cual tener una doble personalidad para ayudarnos a atravesar algunas situaciones es algo positivo. Y tu, ¿ya tienes un alter ego?