Mucho se habla de la inteligencia emocional en el ámbito del coaching y la psicología. Según el blog de especialistas en este tema, Psicología y Mente, con la instauración de este concepto en los últimos años, estudiar las emociones se ha convertido en algo crucial para entender quiénes somos realmente.
Entender qué es la inteligencia emocional nos ayuda a adaptar nuestra forma de gestionar nuestros propios sentimientos y los de las personas a nuestro alrededor. De acuerdo al Observatorio Tecnológico de Monterrey, la inteligencia emocional es la "habilidad de entender, usar y administrar nuestras propias emociones en formas que reduzcan el estrés, ayuden a comunicar efectivamente, empatizar con otras personas y superar desafíos".
Gran parte de las decisiones que tomamos en la vida depende de las emociones. Por eso, la inteligencia emocional juega un rol importantísimo para una sana convivencia con los demás. Elegir realizar una acción bajo las emociones del enojo o la tristeza puede ser algo negativo para nuestro bienestar.
Existen personas muy exitosas en la vida que no tienen grandes capacidades, mientras que hay otras que parecen tener grandes cualidades y que no logran progresar. Parte de esta explicación está en la inteligencia emocional. No sucumbir ante emociones temporales es lo que permite avanzar.
Fuente: (YouTube/ Full Perception).
Aspectos de la inteligencia emocional
A continuación, dejamos los elementos que constituyen este concepto. Cultivándolos en nuestra vida podremos lograr a ese estado que conduce al éxito. Autoconocimiento emocional, o sea, analizarlos a nosotros mismos y a nuestras emociones. Saber hasta qué punto nos controlan.
Fuente: (YouTube/ Ser Hacer Mejor).
Investigar nuestra propia autorregulación emocional. Conocer si somos capaces de controlarnos cuando tenemos una emoción fuerte. Buscar la automotivación. Para no caer en bajones, hay que cultivar la automotivación. Esta hará que conservemos un grado de optimismo e iniciativa que no nos dejará caer.
Fuente: (YouTube/ TEDx Talks).
Una vez que tenemos identificados nuestros puntos fuertes y débiles, llega el momento de reconocer estas emociones en los demás o, en otras palabras, ser empáticos. Esta habilidad te permitirá entablar relaciones duraderas, ya sean sentimentales o de otra índole. Trabajar en nuestras habilidades sociales es otro elemento indispensable. Ser capaces de que el trato de los demás no influya en el trato que tenemos nosotros con ellos.
Hoy en día, las empresas buscan personas que sepan trabajar en grupo, razón por la que es primordial saber si tenemos este constructo o no.