Es cierto que es uno de los estados de ánimo que más frecuencia tienen en cada uno de nosotros. Sabemos, acaso que es muy común sentirlo, pero desconocemos algunas de las causas frecuentes que lo ocasionan, sobre todo para revertirlo. Hablamos del mal humor y hoy vamos a contar algunas técnicas para desecharlo y que esto no nos arruine un día.
Primero que nada hay que comprender que el mal humor deriva muchas veces del desorden al que nos exponemos diariamente en nuestra vida. Horarios de trabajo que no llegamos a cumplir, exigencias que por ahí no van con los requerimientos iniciales de nuestro puesto de trabajo, y hasta la mala alimentación en medio de una vorágine de cosas por hacer.
Esto genera que el cuerpo, el cerebro y nuestro sistema nervioso en general se vea afectado. Lo cierto es que para mejorar el mal humor que llevamos deberemos identificar esos puntos de dolor en nuestra vida y actuar sobre ellos. ¿Nos cuesta organizarnos?, ¿tengo alguna dificultad laboral? En fin, pensar en esos problemas que no te dejan descansar en paz, porque están allí muy presentes.
Como paso siguiente será necesario comenzar a trabajar en un esquema que ayude al orden en nuestra vida. Lo mejor es tomar lápiz y papel, anotar esos desórdenes y anotar unas cuatro o cinco posibles soluciones. De esa manera vamos a identificar el problema y se va a comenzar a "planear" la reacción precisa para esa inquietud que nos causa el mal humor.
Otros factores
Es cierto que el mal humor no deriva ciento por ciento de las actividades que realizamos, al contrario, a veces estar bajo presión también colabora. Lo importante es estar seguro de que lo que hacemos va en línea con nuestras creencias y sobre todo con nuestros valores, para no defraudarnos a nosotros mismos.