En la recordada película "Forrest Gump", cuando el protagonista interpretado por Tom Hanks llega a Vietnam, acompañado de su amigo Bubba, es recibido por el Teniente Dan, quien le dice que el consejo número uno para estar a salvo es mantener sus pies secos y limpios, y llevar siempre un par de calcetines de reemplazo para cambiarse cada vez que tengan una oportunidad.
Resulta una obviedad mencionar que son precisamente los pies los que cargan con el peso de todo el cuerpo, por los que serán los primeros en resentirse después de largas caminatas o extensas jornadas usando algún calzado poco cómodo. Además, la llegada del calor puede traer algunas complicaciones.
A lo largo del año, los pies por lo general están cubiertos, abrigados, bajo medias y zapatos, pero llega el verano y al fin son libres. Eso sí, a veces, se los puede llegar a someter a cambios bruscos de temperatura, y quienes tienden a andar descalzos, los pueden afectar con superficies demasiado rugosas o hasta muy calientes, como la arena de la playa.
Por eso, se recomienda hacer una transición lenta al pasar del calor al frío o viceversa. También es muy importante cuidar de mantener humectados los pies para evitar agrietamientos. Y por supuesto, el cuidado de las uñas será fundamental para no atravesar inconvenientes.
Una buena idea es la de sumergir los pies en agua caliente con sal gruesa, durante media hora, una vez por semana. Esto relajará los músculos y tendones y dará una sensación de relajación luego de haber pasado muchas horas sentado o caminando largos trayectos.
Alternar agua fría y caliente
Es recomendable, además, combinar el agua caliente con baños de agua fría, al menos cada dos semanas, para fomentar la buena circulación sanguínea en los pies. Incluso, unas gotas de zumo de limón en el agua colaborarán a neutralizar los malos olores.
Fuente: (YouTube/ Melissa Tejeida).
En lo que se refiere al calzado, es muy importante que la plantilla no sea demasiado dura, y que cuente con una base acolchonada para dar comodidad al pie. Por supuesto, evitar el uso prolongado de zapatos demasiado apretados o tacones altos.