Aunque suene increíble, realmente de la alimentación puede depender tu estado emocional. Una mala alimentación excesiva puede producir que tengas que enfrentar algunos padecimientos que perjudicarán tu estado mental y en consecuencia generarán alteraciones en el estado de ánimo.
A pesar de que nuestro estado de ánimo suele deberse a diferentes factores, recientes estudios han confirmado que una mala alimentación puede ser una causa. No solo estamos hablando de factores físicos, sino que también mentales.
Algunas de las características propias de un mal estado de ánimo constante son: ansiedad, agitación, inquietud, alteraciones del sueño, cansancio y falta de energía, sentimientos de tristeza y frustración, llorar constantemente, dificultad para concentrarse o razonar, falta de apetito o, por el contrario, más antojo de comida.
Impactantes resultados
En un estudio publicado por Brisith Journal of Psychiatry se analizaron a 3500 trabajadores públicos y se tomaron sus datos. En estos mismos se logró confirmar que quienes consumían grasas procesadas de forma constante estaban más vulnerables a padecer episodios de alteración del estado de ánimo.
Por el contrario, aquellas personas que llevaban una dieta balanceada y rica en proteínas y vitaminas, se encontraban menos vulnerables en comparación de quienes si consumían exceso de grasas saturadas.