La música es el arte de hacer las cosas más sencillas. Con música se come, se baila, se trabaja, se estudia. Es sin lugar a dudas uno de las tantas artes que hacen bien a la vida en general. Sobre ella hay dedicadas desde canciones hasta poesías. Su aporte a nuestra realidad es muy significativa.
Sin embargo, pocas veces nos ponemos a pensar cómo puede aportar a nuestros estados de ánimo y a nuestra salud. Y en ese sentido es que hay que reconocer que la música tiene el poder de cambiarlo todo, cuando ese todo, no se siente bien.
Lo que dice la ciencia
Basta con pensar los momentos duros o estresantes que cualquiera enfrente y recordar cómo una canción nos hizo sentir que era justa para nosotros. O cómo una letra se vuelve, por ejemplo, en la letra que representa a una pareja de enamorados en cada aniversario. La música tiene la posibilidad de llegar a nuestro cerebro y activar todas las funciones para que cambie nuestra percepción del mundo con simples acordes.
La musicoterapia es una de las disciplinas que usa la música como una alternativa.
De hecho, existe ya una disciplina que se encarga de analizar los beneficios de la música aplicados a una terapia. Eso es lo que sucede con la musicoterapia que está avalada por recientes estudios científicos que demuestran el poder beneficioso de las melodías, capaces de pausar el corazón, limpiar el cerebro y actuar como sedante.
Por ello, la melodía musical puede alcanzar la reducción de los niveles de cortisol en la sangre o potenciar la secreción de endorfinas. Para muchos ancianos o adultos, recuperar su historia musical sirve para reactivar circuitos que teníamos olvidados o inactivos. En ese sentido, es que no hay que subestimar el poder que tiene la música para mejorar muchos aspectos de nuestra vida.