“Una buena siesta es lo que más amo. Pensar en la siesta es a veces lo único que hace que me levante de la cama en las mañanas”. La frase corresponde a George Constanza, el querido y polémico personaje de la exitosa serie “Seinfield”.
Lo cierto es que la siesta puede ser fundamental para recuperar energías en estos tiempos tan convulsionados y de tantas obligaciones. Sin embargo, es necesario tener en cuenta algunos detalles para sacarle su provecho al máximo y que no termine siendo contraproducente.
En primer lugar, es necesario saber y administrar el tiempo ideal para dormir una siesta. Esto es, porque de extenderse demasiado, podría iniciar una nueva fase del sueño, que haría más difícil despertarse después, al tiempo que le quitaría tiempo de descanso a la noche.
¿Cuánto tiempo?
Según la NASA, de acuerdo con un estudio realizado en el año 2011, la siesta perfecta debe tener una duración de 26 minutos. Dos años más tarde, tanto la Escuela Médica de Harvard y la Clínica Mayo al establecer, establecieron el tiempo ideal para una siesta entre los 20 y 30 minutos, ya que más podría producir somnoliencia.
El contexto también es muy importante para una siesta reparadora. Se recomienda dormir en un lugar a oscuras, teniendo en cuenta que por lo general en ese momento el sol se encuentra a pleno. Por otra parte, muchos recordarán de niños los retos de padres y abuelos porque sus juegos no dejaban dormir la siesta, y eso algo de verdad tenía, porque también es clave el silencio.
Se recomienda, y aunque parece obvio no está de más recordarlo, que la siesta se tome en una posición cómoda. Esto es, recostado, ya sea en la cama o en un sillón. Las siestas de sentado no permiten que el cuerpo se relaje del todo.
Fuente: (YouTube La Hiperactina)
¿A qué hora?
Mientras más temprano mejor. Los expertos recomiendan programar la siesta para antes de las 3 de la tarde. Esto se debe, a que un sueño más tarde podría influir en el descanso nocturno, lo que lleva a otro punto clave: la siesta no reemplaza las horas de descanso de la noche, no se pueden recuperar durante el día, las horas que no se duermen durante la noche.