Nos pasa muy seguido que estamos expuestos a situaciones que requieren que nos calmemos y que incluso miremos hacia dentro nuestro para evocar lo mejor. En ese sentido, no deja de ser necesario trata de tener un entrenamiento para manejar las situaciones de enojo en lo cotidiano para que no nos afecte de sobremanera.
Por ello, existen una serie de recomendaciones en torno a poder manejar esos momentos de arranques y enojo y de alguna manera encauzarlo de manera positiva para no humillar a los demás o generarle malos ratos, muy innecesarios y que en el fondo no eran nuestras verdaderas intenciones.
"Controlar las palabras para no despertar en los demás sentimientos que no queremos".
Las principales recomendaciones
Controlar las palabras para no despertar en los demás sentimientos que no queremos debe ser el principal objetivo si pensamos en aplicar algunas de estas técnicas para relajar el malestar interno y controlar las emociones tan inestables como son aquellas producidas por el enojo.
Respire profundamente, desde su diafragma. Imagine que su respiración sube desde su estómago.
Lentamente, repita una palabra o frase tranquilizadora como "relájate" o "tómalo con calma." Repítala mientras respira profundamente.
Recurre a la imaginación: visualice una experiencia relajante sea de su memoria o de la propia inventio.
Los ejercicios lentos y no extenuantes como el yoga pueden relajar sus músculos y hacer que se calme.
Practique estas técnicas a diario. Aprenda a usarlas automáticamente cuando se encuentre en una situación de tensión.
Lo importante es ser consciente de que las situaciones están y siempre demandarán lo peor de nosotros pero que tenemos la opción de reaccionar de manera diferente y hacer, justamente, la diferencia con nuestra actitud marcada por la serenidad y el autocontrol.