Un par de calcetines parece ser el peor regalo que alguien podría recibir en Navidad o para el cumpleaños. Sin embargo, con el correr del tiempo, y conociendo la vida útil de estas prendas, no parece una mala idea recibir calcetines cada vez que se pueda.
Lo cierto es que son pocos los calcetines que son usados hasta gastarse o romperse, por lo general, a diferencias de otras prendas de vestir, quedan ‘huérfanos’ de par en el camino y por lo tanto no se pueden volver a utilizar. De esta forma, se abre uno de los grandes misterios de la humanidad ¿Dónde van los calcetines perdidos?
La escena es más común y cotidiana de lo que parece, después de lavar la ropa y secarla, al recoger y guardar las prendas, aparece un calcetín solitairo sin su par. ¿Dónde está? ¿Dónde se fue? ¿Desapareció? ¿Huyó, como lo sugiere Jerry Seinfeld en uno de sus famosos monólogos?
Una de las principales dudas está en saber si acaso los calcetines se separaron mientras estaban siendo lavados, o si la culpable es en realidad un personaje que hasta ahora no habíamos tenido en cuenta: La cesa de la ropa sucia.
Fuente: (YouTube 31 Minutos).
Un buen consejo es tener bien en claro cuál es la ropa que uno mete en la lavadora, para evitar que aparezcan calcetines sin su par. Y en el caso de aparecer uno, guardarlo hasta encontrar a su compañero y recién lavarlos.
El temor de los calcetines
Ahora bien, hay una gran verdad, y aunque no hayan estudios que aporten una cifra precisa, que la mayoría de los calcetines se pierden en las lavadoras automáticas. Incluso, hay videos que prueban precisamente por qué parte del aparato se escabullen, y hasta podrían haber varios de ellos esperando dentro del electrodoméstico, esperando a ser rescatados.
Fuente: (YouTube Draw my life).
La solución podría estar en el consejo de muchas madres, que es el de aprovechar el momento de la ducha para lavar la ropa interior. De este modo, tendríamos siempre a la vista nuestros calcetines y evitaríamos misteriosas pérdidas.