El horno, la plancha, una gota de agua hirviendo, cualquier descuido, por pequeño que sea, nos puede provocar una dolorosa quemadura. En el caso de incidentes de este tipo y sólo cuando se trata de quemaduras leves, de primer grado, podemos reaccionar acudiendo a algunos trucos simples.
Las quemaduras se clasifican según su gravedad. Una quemadura de primer grado se considera la menos grave, y esto porque solo afecta la capa externa de la piel. Por lo general, solo causa dolor leve, enrojecimiento e hinchazón.
Si hay ampollas y la herida es más delicada, no hay que entretenerse en intentar curarla con algún remedio natural.
Este tipo de quemaduras superficiales, pueden ser aliviadas o tratadas con productos naturales o caseros. Pero eso si, es importante insistir, en que, si hay ampollas y la herida es más delicada, no hay que entretenerse en intentar curarla con algún remedio natural, sino que hay que acudir al médico.
Cuatro remedios caseros recomendados para quemaduras
Cáscara de plátano: la cáscara de plátano posee una sustancia llamada leucocianidina que es muy utilizada por los profesionales, en el tratamiento de heridas y quemaduras y, por esto puede ser usada como un remedio casero para acelerar la cicatrización y evitar la aparición de ampollas.
Modo de aplicación: colocar la parte interna de la cáscara de la plátano sobre la quemadura y después cubrir con una gasa esterilizada. Sustituir la cáscara al cabo de 2 horas, si es necesario. Repetir el procedimiento varias veces al día.
Gel de sábila: el cataplasma de gel de sábila, generalmente conocida como aloe vera, es un excelente remedio natural para las quemaduras, ya que esta planta posee, en el interior de sus hojas, un gel que es hidratante y que ayuda a calmar la piel, ayudando a su cicatrización y reduciendo el dolor.
Modo de aplicación: retirar las espinas de 1 hoja de sábila, cortar por en medio y a lo largo la hoja. Raspar el gel que se encuentra en el interior de la hoja, y colocarlo sobre una compresa o gasa esterilizada, luego se debe cubrir la piel que se encuentra afectada con esta gasa. El apósito debe ser cambiado por lo menos 2 veces al día.
Miel: este remedio natural es muy fácil de utilizar en casa y es bueno para las quemaduras, ya que ayuda a hidratar la zona, facilitando la cicatrización y previniendo el surgimiento de ampollas y cicatrices. La miel tiene propiedades antiinflamatorias y antibacteriana que pueden aliviar el malestar y el enrojecimiento, además de evitar el desarrollo de infecciones.
Modo de aplicación: aplicar una capa fina de miel sobre la piel quemada sin frotar y cubrir con un gasa o paño limpio y dejar actuar durante algunas horas. Lavar la zona con agua fría y aplicar una nueva capa de miel, 2 a 3 veces por día.
Cataplasma de lechuga: se trata de otro excelente remedio casero para las quemaduras. Se utiliza principalmente en casos de exposición prolongada al sol. La lechuga es un vegetal que tiene propiedades que ayudan a rejuvenecer la piel y que posee propiedades analgésicas que alivian los síntomas generados por la quemadura. Para utilizarlo se debe preparar un gel, para el que también se necesitará aceite de oliva.
Modo de preparación: macerar las hojas de lechuga con el aceite de oliva y a continuación colocar esta mezcla en una compresa o gasa esterilizada, luego debe aplicarse sobre la región donde se encuentra la quemadura. Este cataplasma debe ser cambiado 2 veces al día.