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La menta es una hierba aromática que se usa con fines terapéuticos desde hace siglos, y esto se debe a sus importantes propiedades, que son sumamente beneficiosas para el organismo y la salud en general.
Esta es la razón principal por la que el té de menta es uno de los que más se consumen al día de hoy en todo el mundo. Además, gracias a su refrescante sabor y aroma, se convierte en la infusión ideal para acompañar cualquier dieta.
La menta puede ser utilizada para preparaciones varias, las cuales sirven para tratar algunas dolencias y afecciones. A continuación se presenta un listado con los principales beneficios que aporta esta hierba para la salud y el bienestar.
Cinco propiedades de la menta
- Es antiséptica y antipruriginosa: la mezcla de hojas de menta trituradas y agua, es un antídoto muy recomendado para calmar infecciones, erupciones y acné en el rostro. Por otra parte, al aplicar directamente en quemaduras y cortes, la hierba contribuye a la cicatrización y curación de las heridas y evita que se infecten.
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Es ideal para curar los ardores o reflujo gástrico.
- Cura problemas del aparato digestivo: este es uno de los usos terapéuticos más conocidos de la menta. Sirve para despertar el apetito, calmar la indigestión y además es muy buena para la distensión abdominal y la flatulencia. Es ideal para curar los ardores o reflujo gástrico.
- Ayuda a aliviar el dolor de cabeza y las náuseas: el aroma refrescante de esta hierba, ayuda a reducir estos malestares. Si se mastica una hoja de menta, se evitan los mareos en los viajes; y si se inhala su aceite esencial, se disminuyen los síntomas de la migraña o la jaqueca.
- Es un potente tranquilizante: la menta sirve para calmar las palpitaciones cardíacas, los nervios, los estados de estrés y ansiedad, y el insomnio. Para lograr este efecto, lo que se recomienda es beber agua caliente con unas gotas de la esencia de menta antes de ir a dormir.
- Mejora la circulación: la menta tiene propiedades anticoagulantes, y esto la hace muy buena para mejorar la circulación de la sangre y combatir algunos trastornos derivados de esto, como el dolor de cabeza, la hinchazón de los pies y las piernas, las varices, etc.