El verano está a punto de llegar y todos empezamos a preocuparnos por las temperaturas que se disparan, y el calor que se adueña de nuestro hogar, sobre todo cuando no se cuenta con un aire acondicionado, o se evita su uso para ahorrar energía eléctrica.
La buena noticia es que existen algunos cuidados y algunos trucos que se pueden aplicar en verano, para mantener los espacios frescos, y prescindiendo del aire acondicionado en el hogar, por lo menos durante algunas horas del día.
Habitar en una casa fresca no es para nada imposible, y se los puede lograr si aplicamos el sentido común, y seguimos una serie de consejos básicos que se presentan a continuación en este artículo.
Siete trucos para mantener el hogar fresco
- Bajar persianas, cerrar puertas y cortinas: durante las horas del día, nuestro hogar recibe la luz y el calor directo del sol. Con la simple tarea de mantener cerradas persianas, puestas y cortinas, se podrá reducir la temperatura hasta 6 grados.
- Ventilar por las noches: es fundamental aprovechar el descenso de temperaturas de las noches para ventilar el hogar, permitiendo la renovación del aire, y que penetre el fresco nocturno.
- Crear corrientes de aire: se debe detectar las ventanas por las que entra el aire y por las que sale, y abrir estas últimas, procurando que sean las que dan a la calle, porque el movimiento de aire es mayor. Las ventanas por las que entra el aire deben abrirse lo mínimo.
Existen electrodomésticos que ayudan a circular el aire más frío que está cerca del suelo.
- Usar aparatos que hagan circular el aire, no que lo empujen: el uso del ventilador no tiene efecto alguno sobre la temperatura ambiente dentro del hogar, pues sólo empuja el aire que ya estaba caliente. En el mercado, existen electrodomésticos que ayudan a circular el aire más frío que está cerca del suelo.
- Para dormir: utilizar ropa de cama con tejidos naturales y frescos como la seda o el lino que. Un truco casero muy efectivo es enfriar la cama envolviendo una botella de agua helada en una toalla y dejarla unos minutos antes de ir a dormir.
- Apagar los electrodomésticos: mientras más aparatos estén encendidos dentro de una casa, más calor generan. La recomendación es mantenerlos apagados en la medida de lo posible, sobre todo aquellos que consumen mucha electricidad como el lavavajillas o que generan mucho calor como el horno.
- Colocar plantas: las platas ayudan a mantener fresco y oxigenado el hogar. Lo ideal es regarlas por las noches. De hecho, existen algunas plantas que absorben el calor como el helecho de Boston, el árbol de caucho, o el aloe vera.