Sin dudas una preocupación que tenemos todas las mujeres, es cómo prevenir o disminuir las arrugas, y que mejor hacerlo con el Yoga Facial, una técnica fácil, que no requiere gastar dinero, ni demasiado tiempo, y que además nos ayuda a liberar tensiones
El Yoga Facial es una mini rutina que, apenas una semana después de empezar a utilizarla, ya muestra sus resultados. Nuestra piel del rostro empieza a verse más revitalizada y mejora notablemente nuestro estado de ánimo.
Es importante incorporar a la rutina la zona del cuello, pues es el sostén de nuestro rostro.
Sólo se trata de realizar una serie de simples ejercicios, que favorecen la formación de colágeno y elastina de manera natural. Es importante incorporar a la rutina la zona del cuello, pues es el sostén de nuestro rostro, con lo cual tanto su flacidez como las contracturas o su tensión nos afectan y envejecen.
El paso a paso
Para empezar nuestra práctica de Yoga Facial sólo necesitamos sentarnos derechas frente a un espejo, con los pies apoyados en el suelo, las manos y la respiración lo más relajadas posibles, y luego aplicar los ejercicios que se detallan a continuación.
Rectángulo con las manos: Es muy fácil de hacer, pues solo debemos de colocar los dedos índices y pulgar, entre la zona del pómulo y las cejas, en donde, debemos formar un rectángulo. Después, tenemos que abrir los ojos tanto como te sea posible y mantenerlos así por 5 segundos. Por último, cerramos los ojos y damos ligeros toques en la frente con la punta del índice.
Soplido: Comenzamos masajeando nuestro rostro de arriba hacia abajo, durante 2 minutos. Después, cerramos la boca y soplamos fuertemente hasta el punto de que las mejillas se inflen. Aguantamos el aire 10 segundos y soltamos lentamente. Repetimos este ejercicio al menos 5 veces con un descanso de 1 minuto por sesión.
Un paso fundamental del Yoga Facial es la revitalización integral del cuello, para realizarla debemos seguir los siguientes pasos: Colocamos la palma de una mano sobre la clavícula (escote), aumentamos la presión sobre la clavícula con la otra palma, inclinamos la cabeza ligeramente hacia atrás y levantamos el mentón.
Posteriormente elevamos las comisuras de la boca y hacemos un sonido de "aaa" y mantenemos la boca abierta durante todo el tiempo que dure el ejercicio. Elevamos las mejillas y luego presionamos la mandíbula y el mentón hacia adelante y hacia arriba.
Cerramos los ojos, llevamos la mirada hacia atrás y enrollamos la lengua, como si quisiéramos llevar la punta hacia la garganta. Respiramos profundamente. Mantenemos la postura por 30 segundos y la desarmamos suavemente. La repetimos 2 veces más.