La dieta mediterránea aporta mucho más que una alimentación deliciosa. Es una de las más completas, equilibradas y saludables que existen, e incorporarla nos puede traer múltiples beneficios.
La dieta mediterránea es una forma de alimentación que supone tanto la inclusión de ingredientes saludables, como formas de preparación sanas. Su trascendencia, la ha llevado a ser reconocida como Patrimonio Inmaterial de la humanidad, declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Las principales características de la dieta mediterránea son un alto consumo de alimentos de origen vegetal como frutas, verduras y hortalizas, legumbres, frutos secos y semillas y cereales integrales y el consumo relativamente alto de grasas monoinsaturadas, como serían ejemplo las nueces.
Se utiliza el aceite de oliva como fuente principal de grasa, tanto para cocinar como para aliñar.
Además en esta dieta se utiliza el aceite de oliva como fuente principal de grasa, tanto para cocinar como para aliñar, Se consume de manera moderada o alta pescado fresco, productos lácteos, aves, huevos, y se evita consumir carnes rojas, embutidos, dulces. La ingesta de vino durante las comidas se evita o se modera.
Los beneficios de la alimentación mediterránea
- Evita un envejecimiento prematuro de las células, ya que la dieta mediterránea es rica en antioxidantes debido a la cantidad de vitaminas que contienen los alimentos que se ingieren. Lo que contribuye a reducir el riesgo de desarrollar dolencias neurodegenerativas y el deterioro cognitivo asociado a la edad.
- Mejora del funcionamiento de diversos órganos, como el riñón y el corazón. La ingesta de aceite de oliva y grasas omega 3 son dos reguladores de nuestro organismo que participan activamente en la eliminación de residuos y toxinas de nuestro cuerpo, además de que previenen la aparición de cáncer de mama y de colon.
- Evita padecer diabetes debido a que una alimentación rica en hidratos de carbono complejos y aceite de oliva hace que los niveles de glucosa de nuestro cuerpo se regulen.
- Previene la obesidad y las dolencias cardiovasculares ya que ayuda a reducir los niveles de triglicéridos en sangre.
- Aumenta la protección cerebrovascular frente a patologías como la esclerosis múltiple y reduce el colesterol malo y aumenta el bueno, gracias a la inclusión en la dieta de productos como el pescado azul, los vegetales, los frutos secos, como las nueces o la soja.
- Ayuda a controlar el peso e incrementar la sensación de bienestar físico, la variedad alimentaría de la dieta mediterránea y el bajo aporte calórico, si se conjuga con ejercicio regular contribuye a estar en plena forma física.