Lunes 29 de Abril 2024
BILLETES

Los mejores trucos para conservar billetes antiguos

Toma nota.

Billetes. Fuente: (Google).
Escrito en VIDA Y ESTILO el

Todos aquellos que se se apasionan con la numismática, seguramente conocen lo importante que es conservar las monedas, medallas o billetes en buen estado, sobre todo, porque un objeto deteriorado puede suponer que este pierda su valor.

Hoy en día, miles de monedas o billetes se ofertan y se venden de manera permanente, ya sea en subastas o ventas directas, y dependiendo de su estado, las piezas pueden llegar a cotizarse en un precio mucho más alto, de ahí la importancia de saber darles mantenimiento.

Billetes. Fuente: (Google).

En el caso de los billetes específicamente, la conservación es algo más compleja, pues diferentes factores ambientales pueden dañar fácilmente el papel moneda, sobre todo si son muy antiguos, dado que se convierten en objetos muy frágiles con el paso del tiempo, es por eso que a continuación se presentan los mejores consejos para la preservación.

Cómo proteger los billetes

Lo primero que debemos tomar en cuenta es que el papel moneda suele ser como un imán para la humedad. Por ello, es importante mantener mantener los billetes en un lugar fresco y seco. Y si esto no es posible, hay una opción que es muy útil.

Billetes. Fuente: (Google).

Tomamos una bolsa de plástico que cuente con sello hermético y colocamos dentro las piezas. Después, cubrimos la bolsa con papel aluminio. Éste es un truco infalible tanto para billetes antiguos como para billetes nuevos, puesto que ambos suelen ser un foco de humedad.

Debemos evitar guardarlos debajo del colchón.

Otro consejo importante es, que para cuidar un billete, debemos evitar guardarlos debajo del colchón, dentro de un libro o en lugares expuestos a insectos, fricción y hongos. Lo mejor es resguardarlos en una cartera que los proteja del exterior.

Billetes. Fuente: (Google).

Finalmente, no debemos olvidar el tema de la manipulación. Algunas personas toman sus billetes de hace más de 70 años sin reparar en que el mínimo toqueteo dejará sobre su delicada superficie rastros de sudor y grasas naturales que los pueden manchar.