Sin dudas el envejecimiento es un proceso inevitable en la vida, un proceso fisiológico en el que las células y los tejidos comienzan a deteriorarse con el paso del tiempo y al que pueden acompañarle otros cambios como la disminución de la masa muscular o una mayor debilidad en los huesos.
No obstante, el envejecimiento es un proceso al que podemos de alguna forma retrasar si tenemos ciertos cuidados en nuestra alimentación y nuestras actividades diarias, y existen muchas evidencias sobre el poder de los hábitos para lograr mantenernos saludables y enérgicos hasta edades avanzadas.
Teniendo en cuenta lo anterior, y sin perder de vista que aún no descubrimos la fórmula definitiva para la eterna juventud, sí conocemos algunos consejos y hábitos diarios con los que conseguir vernos más jóvenes y prevenir el envejecimiento prematuro de forma natural.
Los mejores hábitos para mantenernos jóvenes
Ejercicio físico: Un hábito tan sencillo como salir media hora a caminar todos los días, puede ser más que suficiente para asegurar un estilo de vida más activo y mejorar nuestra forma física. Y es que hacer ejercicio físico, no solo ayuda a mejorar la salud en general, sino que también influye directamente en el proceso de envejecimiento.
Buen descanso: A medida que sumamos años, el sueño puede llegar a alterarse por motivos naturales. Sin embargo, descansar bien y suficiente es importante para que el cuerpo pueda recuperarse del día y cuente con la energía necesaria para comenzar el siguiente.
Lo mejor es que te olvides de las dietas milagro.
Peso y alimentación saludable: Llevar una alimentación equilibrada y tener un peso saludable son otros dos factores fundamentales para retrasar el envejecimiento prematuro y favorecer la salud. Lo mejor es que te olvides de las dietas milagro que pueden empeorar la salud y que centres todos tus esfuerzos en mantener una dieta equilibrada rica en grasas saludables, vitaminas y antioxidantes.
Fuera tabaco y alcohol: Si fumas y ya te habías planteado anteriormente dejarlo, ya tienes la excusa perfecta para hacerlo. Y es que, tanto el consumo de tabaco como de alcohol pueden reducir los niveles de colágeno y elastina, a la vez que fomentan la deshidratación de la piel. De ahí que las personas fumadoras tiendan a tener más arrugas y un peor envejecimiento.
Beber agua: Beber agua e hidratarte lo suficiente diariamente (al menos ocho vasos diarios), tiene mucha más importancia de la que imaginas, ya que precisamente el envejecimiento está muy ligado a la deshidratación. Además, bebiendo agua ayudarás a eliminar toxinas.