Las malas energías o vibraciones negativas son sensaciones puntuales que pueden manifestarse de múltiples maneras. Por ejemplo en una casa, el ambiente puede llegar a tornarse pesado o incómodo hasta tal punto que puede volverse desagradable estar allí; y a esto lo podemos combatir con un ritual de limpieza energética.
Un ritual de limpieza energética, va más allá de buscar mantener un hogar equilibrado, sino que es necesario para mantener la energía vital en equilibrio al igual que el estado mental y emocional de quienes habitan los espacios.
Se debe hacer un ritual de limpieza energética, al menos una vez al mes.
Sin que uno se de cuenta, las actividades del día a día van alterando el orden de la casa y del cuerpo, lo mismo pasa cuando se tienen invitados o cuando se llevan objetos ajenos a nuestro espacio. Para no alterar el bienestar del hogar se debe hacer un ritual de limpieza energética, al menos una vez al mes.
Ritual con sahumos en el hogar
Este ritual de limpieza energética es ideal para descargar y aliviar los entornos en los que nos movemos, especialmente nuestro hogar. Sucede que el humo es sinónimo de purificación, y de renovación espiritual. Si es posible, lo mejor es hacerlo en una sahumadora o un cuenco de barro.
A la hora de elegir qué quemar, podemos optar por sándalo (liberación de ataduras), lavanda (relajación), canela (dulcificación de procesos), mirra (renueva la energía y brinda paz), incienso (limpia y abre caminos) y palo santo (equilibra).
Se cierran las ventanas de la casa y la puerta del baño, y se abren los placares. Se prende un carbón vegetal al aire libre o cerca de una ventana, ya que el primer humo que libera es tóxico. Luego, se agregan las hierbas que deseamos.
Recorremos cada ambiente (menos el baño) desde el punto más alejado hasta la puerta de entrada, girando el recipiente en contra de las agujas del reloj. Es muy importante detenernos en los rincones. Cuando terminamos, se cierran los placares y se abren las ventanas. Es conveniente cambiarnos y lavar la ropa con la que hicimos el sahumo.