Los ojos son una de las partes más olvidadas a la hora de la prevención de dolencias. Seguimos rutinas faciales, tomamos alimentos buenos para nuestro sistema digestivo, hacemos ejercicio para fortalecer el cuerpo. Sin embargo, muchas veces parece que no nos acordamos de cuidar la vista.
La degradación o alteración de la vista produce un fuerte impacto en la calidad de vida de las personas, por esto, prolongar la salud de los ojos y prevenir posibles dolencias es un hábito de vida saludable que se debería tener en siempre en mente.
Es un hábito saludable de especial importancia, sobre todo por la gran exposición a las pantallas.
El cuidado de los ojos es un hábito saludable de especial importancia, sobre todo por la gran exposición a las pantallas que se vive en la actualidad. Seguir estos sencillos hábitos puede ayudar a mantener una vista sana por más tiempo.
6 consejos para cuidar la salud ocular
Protege tus ojos de la luz solar: los anteojos de sol son muy importantes para cuidar nuestra vista. Con la llegada de las temperaturas más cálidas, es habitual pasar gran parte del tiempo al aire libre y, así, incrementan las posibilidades de contraer ciertas afecciones oculares como la fotoconjuntivitis, las retinopatías o la degeneración macular. Al momento de elegir tus gafas es recomendable que estén debidamente homologadas, con la etiqueta de protección UV 100 cien por ciento.
Lleva una buena alimentación: algunos factores como el sobrepeso, la hipertensión arterial o el colesterol, pueden colaborar con el desarrollo de dificultades en la visión. Por eso, una alimentación saludable y equilibrada es importante para cuidar nuestros ojos. Por ejemplo, consumir pescados azules (salmón, caballa, atún, entre otros), mariscos, frutas, verduras y frutos secos contribuye a prevenir el envejecimiento prematuro de los ojos.
Mantén la higiene: el organismo tiene mecanismos naturales para proteger la vista de agentes externos; las lágrimas, los párpados y las pestañas. Al parpadear, recubrimos la superficie ocular con la película lagrimal que la lubrica y la mantiene transparente, pero es necesario cuidar este mecanismo. Para ello, se recomienda lavar las pestañas y los ojos al menos una vez al día y, en caso de padecer de sequedad, utilizar lágrimas artificiales para evitar molestias o enrojecimiento.
Reduce el estrés y la fatiga de los ojos: ya sea por estudio, trabajo, o diversión, a lo largo del día pasamos mucho tiempo leyendo o mirando fijamente una pantalla, y en la mayoría de las ocasiones no tenemos alternativa. Para ayudar a reducir el estrés y combatir el cansancio ocular es aconsejable tomar un descanso y retirar la vista del objeto enfocado cada 15 o 20 minutos, dormir bien por las noches, cerrar y relajar los párpados con frecuencia, contar con una buena iluminación.
Evita la exposición al cloro: durante el verano, es frecuente estar expuestos al cloro de las piscinas. Esto puede afectar la película lagrimal y contribuir al desarrollo de conjuntivitis o queratitis. Para prevenir esto, es importante no abrir los ojos bajo el agua o utilizar antiparras.
Realiza un control periódico: la salud de los ojos varía a lo largo de la vida y, por lo tanto, es necesario realizar consultas oftalmológicas periódicas desde la primera infancia y en todas las edades para develar aquellas patologías o errores refractivos que puedan alterar nuestra visión. A través de un simple examen como el fondo de ojos, es posible detectar ciertos padecimientos. Por eso, ante cualquier problema de la vista, es aconsejable concurrir a un especialista ya que la mayoría de los problemas de la salud visual pueden tratarse en forma segura y adecuada cuando son diagnosticados en forma temprana.