La llegada de septiembre propone renovar la huerta con verduras de primavera, más allá de aquellas especies que pueden sembrarse todo el año. En esta estación, la agricultura urbana suele atraer a más seguidores, tanto en balcones como en patios más espaciosos.
Pero para que la cosecha en la huerta sea exitosa, hay varias cuestiones a tener en cuenta, y una de las más importantes, es conocer cuáles son las especies vegetales que se pueden sembrar en las condiciones climáticas que nos brinda esta especial época del año.
A continuación dejamos un listado de cinco riquísimas hortalizas que se pueden sembrar en una huerta durante la primavera; logrando así un importante y saludable aporte a nuestra dieta, y realizando además una actividad de jardinería, que brinda relajación y bienestar.
Cinco hortalizas para el huerto de primavera
Zanahorias: son riquísimas y fáciles de cultivar, y durante la primavera, puedes sembrarlas directamente en el suelo de tu huerta. Coloca las semillas en la tierra, separándolas unos 20 cm entre sí. Antes de hacerlo, labra bien el terreno y abónalo con materia orgánica como humus o compost. Después tendrás que establecer una pauta de riego regular, de unos 30 minutos dos veces a la semana. Cuando veas asomar por la tierra la parte de arriba de las zanahorias habrá llegado el momento de recolectarlas.
Tomates: es una de las hortalizas que merece la pena sembrar en la huerta, ya que podrás degustar tomates riquísimos con mucho sabor. Para sembrar los tomates debes preparar primero unos semilleros con pequeños recipientes con turba. Coloca una semilla en cada uno, riega y espera unos 5 o 10 días a que germinen.Cuando las plantitas tengan unas tres o cuatro hojas habrá llegado el momento de trasplantarlas al terreno o a unas macetas grandes. Riega de manera abundante sin encharcar la tierra y podrás disfrutar los resultados a finales de la primavera y en verano.
La primavera es la época ideal para sembrar lechugas.
Lechugas: la primavera es la época ideal para sembrar lechugas, primero en semillero y después en la tierra. Las semillas germinan a los 6 u 8 días y, una vez las plantas hayan crecido un poco, podrás trasladarlas a la huerta. Aporta agua de manera ligera y frecuente y podrás recolectar tus primeras lechugas en unos 2 o 3 meses.
Albahaca: no solo es una fantástica hierba aromática que da sabor a los platos en la cocina, sino que actúa como un eficaz repelente de insectos natural que protegerá tu huerta del ataque de las plagas. Ya solo por este motivo es buena idea sembrar albahaca. Hazlo a partir de abril en un rincón que reciba mucha luz del sol, y en un sustrato ligeramente ácido abonado con materia orgánica. La albahaca necesita un riego constante y abundante que en verano ha de ser diario.
Berenjenas: aunque es fácil de cultivar, la berenjena tiene sus propias exigencias. Necesita mucho sol y espacio en la huerta para crecer adecuadamente. Cuando lo traspases al terreno, este debe de ser rico en nutrientes y estar bien drenado. Separa las plantas de berenjena al menos 30 cm entre sí. Una vez salgan las flores, deja una sola por planta, eliminando el resto, para conseguir un buen ejemplar que podrás cosechar en febrero.