Los frutos secos tienen múltiples beneficios y cada vez son más elegidos para incorporarlos en la alimentación del día a día. Entre ellos, el maní se posiciona como uno de los que más proteína tiene, incluso superando a las que contiene el huevo.
Más allá de que, técnicamente, es una legumbre, el maní es un alimento que se califica como fruto seco debido a su perfil nutricional. Los especialistas resaltan la capacidad que tiene para añadir a la alimentación del ser humano grasas saludables, proteínas y fibras.
En añadidura, el maní tiene un alto contenido de grasas mono y poliinsaturadas que contribuyen al cuidado de la salud cardiovascular. Además, su variedad de compuestos bioactivos como polifenoles y resveratrol brindan efectos antioxidantes y antiinflamatorios.
La inclusión regular del maní en la dieta ofrece múltiples beneficios. Entre los cuales aparece una mejora en el rendimiento cognitivo y una respuesta a la reducción del estrés. Siempre es recomendable consumirlo con moderación.
Una respuesta a la reducción del estrés.
Beneficios al bolsillo
En añadidura, el maní suele tener un precio menor al de los otros frutos secos. Por ende, se convierte en una opción económica y saludable si la queremos comparar con productos similares que pueden ayudarnos a reducir el colesterol.
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