El orégano no solamente sirve para condimentar, sino que también puede hacerse una infusión que sea capaz de tener varios beneficios para el cuerpo humano. Especialmente, para mejorar la salud gastrointestinal del organismo.
De acuerdo a lo que se dice desde el “Journal of Agricultural and Food Chemistry”, el orégano tiene una gran cantidad de antioxidantes, entre ellos flavonoides y ácidos fenólico, componentes importantes para equipar al cuerpo de la lucha entre los radicales libres.
En añadidura, el orégano tiene una buena capacidad antimicrobiana que lo posiciona como un gran aliado a la lucha contra las infecciones gastrointestinales comunes. Algo que lo pone como más que el simple condimento que solemos pensar que es.
¿Cómo se hace?
El té de orégano también tiene un descongestionante natural que facilita la respiración y alivia síntomas de congestión nasal y problemas bronquiales. Es aconsejable no exceder de las 2 o 3 tazas al día, especialmente con las personas con sensibilidad práctico.
Tiene un descongestionante natural que facilita la respiración y alivia síntomas de congestión nasal y problemas bronquiales.
Lo primero que debemos hacer es hervir un litro de agua y agregarle unas hojas de orégano, ya sean frescas o secas. Se hervirá durante tres minutos, se retirará del fuego y se dejará reposar por cinco minutos para que los compuestos se liberen. Se cuela y se endulza a gusto con azúcar o miel.
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