El brócoli puede aportar una buena cantidad de nutrientes en muy pocas calorías. Se trata de una gran fuente de vitamina C, betacarotenos, hierro, potasio, fibra, calcio vegetal y antioxidantes claves para la prevención de padecimientos oncológicos.
Sin embargo, el consumo del brócoli no es tan frecuente y, a lo largo de los últimos años, su sabor ha generado bromas en programas de televisión y en las redes sociales. Esto la convierte en una verdura complicada de consumir.
En este punto, cabe mencionar que la manera en la que el brócoli se cocina puede ser clave para modificar no solo su gusto, sino también su aporte de vitaminas y minerales. Desde el medio británico “Express”, Elizabeth Rider, una cocinera especializada en alimentación saludable ha hablado al respecto.
Una de las formas más comunes de cocinarla es hirviéndolo. “Cuanto más tiempo permanezca el brócoli en agua, más vitaminas y minerales se disuelven y se pierden”, reconoce la experta. Por ello, según Rider, la mejor forma de cocinarlo es asarlo.
La mejor forma de cocinarlo es asarlo.
¿Cómo se hace?
Para cocinar el brócoli asado, necesitaremos precalentar el horno a 200 grados, lavaremos bien y luego lo secaremos por completo. Tras ello, se cortara el vegetal por ramilletes parejas que se cocinen de forma uniforme, los colocaremos en una fuente y los rociaremos con aceite de oliva, sal y pimienta a gusto.
Los cocinaremos durante 15 a 20 minutos en el horno y tras ello, los sacaremos del fuego añadiendo jugo de limón para potenciar el sabor. Esto conserva mejor sus nutrientes, le da una textura más agradable y mayor versatilidad.
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