Las temperaturas han bajado de manera considerable en los últimos días, dando paso a un fuerte invierno en esta parte del planeta. Por ende, hay que saber bien cómo abrigarse para afrontar el frío que llegó para quedarse por unas semanas más.
Además de verse bien, la clave está en entender cuál es la tela que necesitamos para la actividad que estemos por realizar. Frente a los vientos helados y bruscos cambios de temperatura del invierno, precisaremos prendas transpirables, livianas y resistentes.
La lana es uno de los materiales más valorados en el invierno. Su capacidad de atrapar el aire cerca de la piel la convierte en una gran aliada para conservar el calor corporal. Además, ayuda a regular la temperatura y evitar el sobrecalentamiento.
Por su parte, el plumón ha ganado cada vez más espacio por ser un material ligero, pero altamente aislante. De este modo, se retiene el calor sin sumar peso. Además, el cuero es una barrera natural contra el viento de invierno y se destaca por su durabilidad.
Una capa base térmica, una capa intermedia aislante y otra exterior que bloquee el viento y la humedad.
La fórmula ideal
Los especialistas en moda indican que, en invierno, lo ideal es combinar tres niveles: una capa base térmica, una capa intermedia aislante y otra exterior que bloquee el viento y la humedad. A ello se le suman accesorios como guantes y gorros para proteger las zonas expuestas.
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