La flexibilidad es algo que se puede ganar realizando ejercicios; incluso, hay algunas posturas en concreto que te ayudan a potenciarla mucho más, sobre todo después de los 40, donde el cuerpo tiende a ponerse más rígido.
Por medio de la flexibilidad no solo logras moverte mejor, también puedes reducir las posibilidades de lesionarte, como distensiones musculares, desgarros y esguinces, porque tendrás una mayor amplitud de movimiento durante tus entrenamientos.
¿Qué se sabe?
De acuerdos a muchos estudios, cuanto mayor sea la capacidad de nuestros músculos para alargarse, mayor será su rango de movimiento articular. Además, esto es una buena forma de reducir molestias o dolores articulares.
Contribuye a mejorar la resistencia, el rendimiento y equilibrio.
El yoga permite aumentar la flexibilidad y mover las distintas partes del cuerpo sin forzarlas, para que no se presenten riesgos de lesiones. Este tipo de entrenamiento no sólo previene molestias, sino que también contribuye a mejorar la resistencia, el rendimiento y equilibrio, según afirma Xuan Lan, profesora de yoga.
La experta recomienda detectar qué partes y articulaciones de tu cuerpo están más anquilosadas y cuáles deseas trabajar con mayor dedicación, pero si forzarte tanto, ya que obligarte a mejorar de golpe es contraproducente.
En cuanto a la postura más fácil recomendada por Xuan Lan para trabajar la flexibilidad y sentirte mejor es la postura de la pinza, la cual está enfocada en aumentar la flexibilidad de tus piernas.
Para practicarla correctamente es necesario apoyar bien los pies en el suelo. Debes inclinarte hacia adelante y agarrarte de los tobillos. Si deseas hacer una versión más avanzada, coloca los brazos detrás de las rodillas y sostén los codos o pon las manos debajo de los pies, con las palmas hacia arriba.
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