Una de las cosas que no se puede desconocer es que al día después de hacer ejercicio, vas a sentir molestias. En ese sentido es que cada una de las personas que le dedican su tiempo al deporte se pregunta si es posible no pasar por ese día después.
Sobre todo, parece cuánto más ganas le pones mayor es el desafío que hay que afrontar al día siguiente. Molestias en los hombros, en los brazos, en las piernas, y en todos los músculos a los que les haya dedicado tiempo en este día de ejercicio.
Lo que duele al día siguiente entonces es esa exigencia a tus músculos. Hasta hace unos años, se creía que ese malestar es el resultado de la acumulación de ácido láctico en las células musculares.
Hacer ejercicio sin sentir molestia, es una de las preguntas más frecuentes.
Dicho esto, al parecer la teoría más aceptada sobre las consecuencia de tener un día de ejercicio parece ser la que señala que el incremento repentino de la exigencia sobre un músculo o un grupo muscular produce un daño microscópico a las fibras, lo que se traduce en molestia o rigidez.
"Todo el mundo es diferente, y varios factores juegan un papel, como la edad, el historial de actividad física y el peso, pero hay tantos tipos de ejercicio que casi todo el mundo puede hacerlo sin sentir molestias", le explica a BBC Mundo Jennipher Walters, entrenadora personal.
La respuesta a tu pregunta
Lo real es que en medio de esta exigencia que atraviesas por el ejercicio, no hay forma de no sentir ese malestar. La buena noticia es que la molestia no se quedará por siempre, rápidamente pasará al olvido para tu cuerpo.